Según las palabras de los participantes, a 13 años de la masacre la situación no ha cambiado porque la implementación de las estrategias de control y cooptación social se mantienen, se van creando otras nuevas para debilitar los pueblos en la construcción de sus propias autonomÃas, además de la presencia de paramilitares y las armas en las zonas.Ante esta situación durante el 2010 fueron excarceladas, como una confirmación de la impunidad, 15 personas más responsables materiales, según testimonio de los sobrevivientes, de la masacre perpetrada el 22 de diciembre de 1997. Liberaciones que se sumaron a los otros 29 responsables señalados todos como paramilitares.
El informe, detalla que en este gobierno no se han perseguido las prácticas de subcontratación, o a quienes detentan los contratos de protección, por el contrario, se ha atacado a los gremios que defienden los derechos laborales; se ha terminado con los mejores contratos colectivos del paÃs; mientras se consecuenta a empresarios que violan impunemente la legislación laboral. Las prácticas laborales ilegales se dan en todos los frentes y situaciones, desde el despido de empleados fijos y la contratación de temporales; hasta la subcontratación de trabajadores y servicios; el aumento del número de turnos y la obligación de que sean cubiertos; la sustitución del pago por jornada por el salario a destajo; hasta la eliminación de los sindicatos reales por otros blancos o de protección.
El domingo 26 de diciembre, el vicepresidente de Bolivia Ãlvaro GarcÃa anunció, en ausencia de Evo Morale, el alza de la gasolina como parte de un ajuste necesario debido al contrabando de combustibles y la subvención estatal que en 2010 llegará a los 500 millones de dólares, según cifras oficiales. La respuesta a este anuncio es una huelga del transporte público que el lunes 27 mantenÃa casi paralizado Bolivia.
La Confederación de Choferes de Bolivia decretó un paro en protesta por la medida y hasta que se definan nuevas tarifas del transporte, informó el dirigente Franklin Durán.
El alza del precio de los combustibles se suma a las malas noticias cerca de finales del año: según cifras oficiales el crecimiento del PIB será del 4% y no del 4,5% como habÃa previsto el gobierno, uno de los más bajos de la región.
Además, la inflación podrÃa cerrar en torno al 6%, dos puntos por encima de las estimaciones oficiales. La producción de minerales, segundo rubro de exportación, cayó en 3,7% respecto al año pasado en pleno auge de los precios internacionales. El Gobierno boliviano prepara medidas que apuntarÃan a paliar el impacto del fuerte aumento de los combustibles, mientras dialoga un alza tarifaria con transportistas en huelga y la central obrera amenaza con protestas en las calles. Por lo pronto, el Gobierno congeló las tarifas de servicios básicos y adelantó que definirá en las próximas semanas un alza de salarios que compensarÃa el impacto del aumento de los combustibles. La Confederación de Obreros de Bolivia, , confirmó que espera anunciar medidas contra el âgasolinazoâ, tras una reunión nacional de dirigentes.